Thursday, April 27, 2006

Las Payas Elegantes

El lujo añejo del rojo mantel
a cuartel del desdeño del reojo
el cerrojo de los bienes ilusorios
sin crin ni jolgorios de aves
sin sus mares y sin mortuorios

El oro vive solo ese momento
un esperpento sin voz ni coro
que se olvida en un segundo
y el fin del mundo es el vacío
con solo hastío del más profundo

Y el cristal frío no se compara
con la fresca agua de río
y me rio como un crío.

Alcuza, ensaladera, plato 'e fondo
espejo redondo y pimentera
La que entera no cunde ni salpica
lluvia rica, olmo y pino
ni el dulce trino de la golondrina
con su canción, más fina que lo fino

Sólo naturaleza, verde desbordante
que me desplante en mi entereza
que me cueza y que me abrase
que me case en frac de hoja
y nube roja, atardecer monumental
calzando el estival que del frío me despoja.

Y el cristal frío no se compara
con la fresca agua de río
y me rio como un crío.